Instrumentos de construcción de otras voces
El nacimiento de medios de comunicación alternativos siempre estuvo asociado a la idea de proximidad con los sectores sociales con los que se comparte el mismo territorio. Hace años venimos celebrando la aparición de cada uno de ellos ya que no sólo son una herramienta de proximidad hacia los sectores populares sino que, además, porque surgieron como instrumento de construcción de otras voces, otros sentidos y otras miradas.
Cuando decimos hace años, nos referimos a por lo menos veinticinco años…. Entonces la hegemonía informática comenzó a ser tan fuerte que estos medios nacieron al calor de una necesidad imperiosa en la comunicación: lo vivimos como una manifestación profundamente democrática hacia los que no tenían voz.
Miles de radios FM, periódicos, páginas web, comenzaron a crecer y convertirse en esa voz de quienes estaban acallados. Desde los distintos espacios donde participamos, apoyamos el nacimiento de una comunicación democrática y democratizadora, plural, diversa y respetuosa de la diversidad.
Vemos con dolor cómo algunos medios alternativos hablan, ocultan, distorsionan o callan de acuerdo a la pauta que reciben. Y replican de modo escandaloso, lo peor de los medios hegemónicos: ese “sentido común” viciado de nulidad ya que responde exactamente a la ideología dominante, siempre patriarcal y violenta.
Un llamamiento
Hacemos un llamamiento a esos medios tan queridos por los sectores populares a no replicar lo peor de esa prensa que siempre fue “empresa” de comunicación, cuya línea editorial obedece a quien paga, donde ya no hay valor sino precio. Donde no existe la libertad de prensa sino la libertad de empresa….
A ustedes está dirigida esta nota: basta de publicar identidades de menores en cualquier circunstancia conflictiva, basta de publicar identidades de trabajadoras sexuales objeto de persecución policial, basta de agredir a la comunidad lgtbiq*. Basta de replicar manifestaciones de lectores cargadas de una violencia incomprensible, donde se manifiesta el odio, la burla, el asco a lo diverso. La doble moral de quienes luego, buscan pagar para satisfacerse del modo que dicen públicamente rechazar.
Replicando este modelo comunicacional, van perdiendo la fuerza de origen, pareciéndose peligrosamente a aquel formato hegemónico que -se supone- vinieron a superar. Es decir, ya no tienen mas razón de ser que seguir mercenarizando sus producciones en el intento por convertirse en lo que jamás van a ser: un medio masivo de comunicación.
*Comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, intersexual y queer
Compartimos un enlace que resulta de gran utilidad ante temas referidos a violencia mediática.
